Nuevamente la sociedad deportiva del futbol se ha visto sacudida por ese flagelo que es la violencia en los estadios y hoy por hoy, se puede decir que la violencia en el mundo del futbol.
Los uruguayos somos muy afectos a generar una vision "ombliguista" del mundo. Creemos que somos unicos y que los que nos pasa a nosotros no pasa en ningun otro lugar del mundo.
Sin embargo el fenómeno es el mismo en toda America y no solo en America. Si uno recorre las publicaciones digitales del mundo nos encontramos con episodios parecidos en todas partes. Solo cambia el escenario, lo anecdotico y a veces también la frecuencia pero el fenómeno es el mismo.
Se trata de un subproducto de la exclusión social que se inserta en las instituciones de futbol muchas veces comerciando violencia a cambio de favores o protecciones. Otras veces como grupos de poder al servicio de directivos, otras veces como meras manifestaciones de sentido de pertenencia a un concepto tribal de asociacion dentro de un club de futbol.
Existen todo tipo de trabajos, articulos, monografias de especialistas que han tratado este singular fenomeno. Se los ha conceptualizado o definido como personas que manejan un "sentido de identidad diferencial". Esto quiere decir segun Clarke (1978) que la violencia les brinda la entidad grupal que buscan.
Marsh, poco tiempo después afirma que se trata de una violencia ritual que se manifiesta en gestos, gritos, canciones, etc.
Lo cierto es que se trata de un fenomeno relativamente nuevo que la sociedad moderna no ha podido dominar salvo excepciones.
En todos los paìses se da la misma discusión: Las autoridades del futbol, sus dirigentes se sacan la responsabilidad de encima buscando en el Estado las soluciones. El Estado que no consigue dominar el fenomeno plenamente y que busca responsabilidades en los dirigentes de futbol que segun ellos, fomentan o al menos toleran la violencia de las barras desde sus instituciones.
En algo se ha avanzado en casi todos lados, hoy se acepta que la responsabilidad de los clubes se acrecienta de las puertas de entrada de los estadios hacia adentro y que la responsabilidad del Estado se impone puertas afuera de los campos de juego.
El Uruguay parece estar recien ahora enterandose que eso es asi en casi todos los lugares del mundo.
A partir de allí puede ser que comencemos a corregir el rumbo jurisdiccional y que coordinemos un sistema de cooperación entre el mundo del futbol y las autoridades publicas.
Para arrojar un poco de luz en esta materia bueno es conocer lo que los especialistas de estas latitudes han analizado respecto de las causas de esta terrible realidad. Es así que el Consejo Iberamericano del deporte las ha categorizado estableciendo los focos donde se originan los principales episodios de violencia en el futbol y estos son: 1) grupos de fanaticos 2 ) Declaraciones calientes de los dirigentes 3)Medios de comunicacion 4)Frustración social 5)Declaraciones de los propios jugadores 6)Lo político-economico 7) infraestructura inadecuada en los estadios.8) Criterios de los arbitros 9)Ingesta de alcohol 10)insuficiencia de contingentes policiales 11)sociedad maleducada.
Probablemente la lista no se agote alli y podamos encontrar otras causas y otros focos.
"A LO PEÑAROL" tiene en su programa un capitulo destinado a la responsabilidad social que le cabe al club y a sus dirigentes de manejar este flagelo con responsabilidad y profesionalismo.
Contamos con profesionales que se han especializado en la materia y con dirigentes que conocen el problema desde adentro del club sin estar comprometidos con los elementos nocivos de las hinchadas.
No es función del dirigente reprimir, para eso esta el Estado. Es función del dirigente, educar y eso es indelegable. Peñarol ha tenido muchos problemas por culpa de este flagelo y la única cosa que no se puede hacer al respecto, es estar distraidos. Nos hacemos responsables del manejo profesional de esta problematica. Nos gusta asumir este compromiso, tenemos vocación para ello.
juan r. rodriguez puppo
